Los quince años son una fecha significativa en la vida de muchas jóvenes, marcando un acontecimiento lleno de simbolismo social y emocional. Es la oportunidad de agradecer a Dios por el maravilloso don de la vida.
La celebración de los Quince Años es un evento de evangelización dentro del contexto de un cumpleaños. Aunque no es una Celebración Sacramental, se relaciona con lo que la Iglesia considera "Sacramentales":
– CIC No. 1670: Los Sacramentales no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los Sacramentos, pero por la oración de la Iglesia disponen a cooperar con ella.
– CIC No. 1671: Entre los Sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares).
Los Sacramentales no están dentro de la Liturgia de la Iglesia, pero ésta los toma de la vida social común y les da un significado espiritual o moral a fin de que la “Quinceañera” los lleve como un recuerdo para caminar en su vida diaria conforme a las verdades y mandamientos del cristianismo.
La solicitud de la Misa de Quince Años implica una conciencia del Espíritu Cristiano de gratitud hacia Dios por la vida, la salud, la familia, entre otros. Se asume que quienes piden esta celebración son personas que viven su fe cada domingo y buscan experimentar el Evangelio; si no es así, esta es una excelente oportunidad para retomar una actitud de acercamiento a Dios.
Es importante destacar que la Misa no es un "regalo para la quinceañera" ni un evento "en su honor". A veces, se escucha a un padrino decir: “le voy a regalar su Misa a la quinceañera”. Sin embargo, la Misa es el ofrecimiento de Cristo al Padre celestial, y la asamblea celebrante se une a este ofrecimiento. La quinceañera, como parte de la asamblea, presenta su juventud, alegrías y anhelos al Padre celestial. El verdadero regalo es para Él, y la Misa es un acto de culto y honor a Dios.
Por lo tanto, la Misa de Acción de Gracias por los Quince Años no debe ser vista como un acto social donde se exhiben vestidos o se compite económicamente, sino como una "Acción Litúrgica de la Iglesia", a la que se debe asistir con la debida disposición espiritual y dignamente vestidos.
La Celebración de los Quince Años no es obligatoria; es una tradición popular en algunas regiones de América. Sin embargo, puede ser una valiosa oportunidad para acercar a los adolescentes a Cristo en una etapa de sus vidas a menudo marcada por la indiferencia religiosa.
Se celebra una vez al año y será comunitaria. Se requiere que la quinceañera tenga el sacramento de la Confirmación.
Para más información llame a la oficina parroquial 425-775-7545